Reportaje:dinero & inversiones
Riesgos muy preferentes
Los peligros que advertían los folletos de las participaciones se hacen realidad
En el bazar financiero español, cualquier producto puede ser un
éxito. Poco importa que sea complejo y que los inversores jamás hubieran
escuchado su nombre antes. España es uno de los sistemas más
bancarizados del mundo y eso significa que triunfa aquello que las
entidades ordenan a su red que triunfe. Si, además, este producto viene
acompañado del gancho de una elevada rentabilidad, la demanda está
asegurada.
Esta maquinaria de distribución tan bien engrasada demostró una vez
más su eficacia en 2009. En un contexto de morosidad en alza, bancos y
cajas encontraron un filón en un tipo de financiación subordinada que
había estado bastantes años cogiendo polvo en el cajón: las
participaciones preferentes. El pasado año, un total de 24 entidades
realizaron colocaciones por un importe conjunto de 12.389 millones. En
una época de escasa liquidez, este flujo de fondos les vino como agua de
mayo para reforzar sus fondos propios.
¿Se repetirá la recompra de títulos en Cajasur como ya sucediera en CCM?
Las preferentes tuvieron éxito a pesar de las sucesivas advertencias
de la CNMV. El supervisor estuvo muy activo en este tema, ya que la
práctica totalidad de las participaciones se colocaron entre inversores
minoristas. El organismo que preside Julio Segura llegó a pedir a las
asociaciones de bancos (AEB) y cajas (CECA) que exigieran a sus miembros
que explicaran con detalle los pros y los contras de este producto: es
deuda perpetua, que tiene poca liquidez en el mercado secundario, que el
titular ocupa el penúltimo puesto en el orden de cobro en caso de
quiebra y que la entidad puede dejar de pagar los cupones acordados si
no tiene beneficios.
La CNMV pidió también a las entidades que junto al folleto de la
emisión publicaran un tríptico resumen con los principales riesgos de
las participaciones preferentes. Un año después de que se produjeran las
colocaciones, estos hipotéticos riesgos se han convertido en riesgos
reales.
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Perpetuidad. Estos valores son perpetuos, es
decir, el emisor no tendrá la obligación de rembolsar su principal. No
obstante, transcurridos cinco años desde su desembolso, podrá en
cualquier momento amortizar total o parcialmente las participaciones con
el visto bueno del Banco de España. Algunas entidades (Caja Duero,
Banco Sabadell, Banco Pastor, Caixa Galicia...), mientras colocaban hace
un año nuevas emisiones, amortizaban preferentes antiguas con
descuentos en muchos casos superiores al 50% sobre el valor nominal de
estos activos.
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Liquidez. Otro de los riesgos recogido en el
tríptico de estos valores es el de la liquidez. Aunque las entidades
explican que solicitarán la negociación de las preferentes en el mercado
español de renta fija (AIAF), advierten que no es posible asegurar que
el inversor pueda venderlas con carácter inmediato, "ya que no existen
garantías de que vaya a producirse una negociación activa en el
mercado".
En octubre de 2009, por ejemplo, Caixa Laietana emitió preferentes
por 27 millones de euros. En lo que va de año, solo ha habido
operaciones de estos valores el 52% de los días hábiles, y el último día
en el que se cruzaron precios fue el pasado 7 de mayo. Es cierto que
esta colocación es pequeña, pero otras de mayor tamaño tampoco tienen
una liquidez fluida. Es el caso de la de Banesto. La entidad vendió 500
millones en preferentes hace un año, pero en 2010 solo se han realizado
operaciones por un valor nominal de 11,52 millones, el 2,3% del total.
Conscientes de la poca liquidez de los títulos, AIAF lanzó el pasado
10 de mayo un mercado para que los minoristas puedan negociar con
títulos de renta fija denominado Sistema Electrónico de Negociación de
Deuda (SEND). De momento, la plataforma está en plena fase de
lanzamiento y el volumen de negociación es todavía "muy modesto". El
proyecto cuenta con el visto bueno de la CNMV, muy interesada en mejorar
la liquidez de estos valores.
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Riesgo de mercado. "Las participaciones
preferentes son valores con un riesgo elevado, que pueden generar
pérdidas en el nominal invertido. Si el inversor que acudió a la
colocación quisiera más adelante venderlas en el mercado secundario,
podría ocurrir que el precio de venta fuera menor que el precio que pagó
al adquirirlas". Esta advertencia, que figuraba en el tríptico de la
emisión de una importante caja española, se está tristemente confirmando
en algunos casos. De las operaciones realizadas en 2009, en dos de
ellas los inversores incurrirían en pérdidas si quisieran vender ahora
sus títulos. Es el caso de la colocación del Banco Santander, cuyas
preferentes cotizan un 81,9% por debajo del nominal, y la mayor de las
dos colocaciones que hizo Caixa Galicia, que cotizan con un descuento
del 99,4%.
En el capítulo de minusvalías latentes, estas son, de momento, más
comunes en las emisiones más antiguas. Las preferentes que el Banco
Guipuzcoano emitió en 2004, por ejemplo, cotizan un 42% por debajo de su
nominal; las de Banco Valencia de 2006, un 62%; las de Bankinter de
2004, un 80%...
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Riesgo de variación de la calidad crediticia. En
los últimos meses, las agencias de calificación han emitido un rosario
de rebajas a las calificaciones, tanto de las emisiones como del emisor o
de la entidad garante. En febrero pasado, Fitch revisó las
calificaciones de 592 instrumentos híbridos emitidos por instituciones
financieras en todo el mundo, entre las que se incluían muchas de las
principales colocaciones españolas (Caja Madrid, Bancaja,
BBVA, Banco Sabadell, Banco Popular...).
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Riesgo de no percepcion de las remuneraciones.El
pago de la remuneración de las preferentes está condicionado a la
obtención de beneficio distribuible por parte de la entidad y a la
existencia de recursos propios suficientes. La intervención de Caja
Castilla La Mancha por parte del Banco de España (BdE) hizo que la
entidad fuera la primera en 16 años en no pagar intereses por sus
preferentes. A cambio, en una decisión financieramente cuestionable, el
supervisor permitió a la caja recomprar sus títulos a valor nominal, muy
por encima del precio que tenían en ese momento en el mercado. La
atención se centra ahora en qué decidirán los administradores del BdE
con la emisión de preferentes de Cajasur